lunes, 23 de marzo de 2020

Historia de la Fabrica de Hongos de Salinas

Para 1960, el territorio de Salinas estaba dividido en tres partes: una primera de propiedad de la familia Cordovéz, otra de la comunidad y el tercer propietario, la curia de Riobamba, pero a inicios de 1970 el Ministerio de Agricultura, amparado en la ley que establece que “el Estado es propietario de todos los recursos naturales y solamente él puede escoger a qué grupo darle esas tierras para su explotación”, toma la decisión de devolverle a la comunidad salinera los terrenos y las minas de sal (Trujillo, 2005:50).



Con la ayuda de la Misión Salesiana, entre ellos Antonio Polo , de la “Operación Matto Grosso”, y la Organización no gubernamental Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEPP) y motivados por Monseñor Cándido Rada, inician en 1971 el modelo de cooperativismo del cual surge la Cooperativa Salinas, con la idea de crear estrategias de ahorro y crédito para la población, mediante la no repartición de utilidades (Trujillo, 2005: 51). En estos 40 años han creado diferentes organizaciones bajo el mismo criterio cooperativista, como el grupo de mujeres Texsal Salinas (1974), la Fundación Grupo Juvenil Salinas (1976) y se legaliza como fundación en 1995, la Fundación de Organizaciones Campesinas de Salinas (1983), la Fundación Familia Salesiana Salinas (1986), y la Cooperativa de Producción Agropecuaria El Salinerito (2006) (Polo, 2003: 201-206).

Una de las organizaciones que forma parte de la Corporación Gruppo Salinas es la Fundación Grupo Juvenil Salinas (FUGJS), que es iniciada en 1976 con Patricia Sánchez, con la finalidad de establecer trabajos para la juventud salinera de esa época. En 1995 generan la figura legal, misma que obtuvo la renuncia de los jóvenes sobre las propiedades y bienes obtenidos hasta esa fecha, pero en favor de las nuevas generaciones, el pueblo y las comunidades. La decisión no habría sido fácil, pues por un lado estaría latente la idea de hacer una Cooperativa con 120 socios, pero esto significaba que serían los “dueños absolutos de los activos acumulados”, y la idea de que -con el pasar de los años- podrían verse tentados a exigir la parte que les corresponde del capital (Polo, 2003: 71-72).

Actualmente la FUGJS dispone de empresas productivas y actividades de servicio como la Secadora de Hongos y finalmente el Hostal “El Refugio”. Cada uno de estos emprendimientos se amparan en el aprovechamiento de las condiciones ambientales y de las demandas de servicio del sector.

El bosque es el primero en constituirse, se lo hizo a partir de mingas donde se sembró algunos cientos de hectareas de pinos. Esto permitió a la comunidad establecer un proceso de apropiación de las tierras entregadas por el Estado a la Comunidad. En el espacio reforestado en la década de los 70 aparece una especie de hongo que llamó la atención de algunos de los misioneros que colaboraban en el lugar. La curiosidad les llevó a realizar un estudio sobre la especie del hongo demostrando su riqueza nutritiva apta para el consumo humano.
Luego de varios años creció en los espacios reforestados el hongo comestible Suillus Luteos. La posibilidad de aprovechar de ese nuevo producto hizo que se implemente procesos de secado al sol en las casas de los miembros de la comunidad. En los primeros años la demanda de este producto aún era baja. La situación cambia cuando se plantea la industrialización del producto, logrando la creación de una empresa comunitaria rural, la fábrica Secadora de Hongos.

La FUGJS en 1985 empieza a cosechar y vender los hongos, los mismos que eran secados al aire libre inicialmente; sin embargo, su calidad no era considerada buena, por lo que adquieren secadoras a diesel en 1990 y 1994. Posteriormente, instalan hornos modulares en varias comunidades cercanas para que se desarrollara el proceso de secado. En 1998 logran introducir el producto en la cadena de supermercados Supermaxi, y el mismo año empiezan las exportaciones a Alemania e Italia (Gruppo Salinas, s/f).

El proceso de producción
El proceso de producción, empieza con la recolección en los bosques de los hongos silvestres de la especie Suillus Luteos, mismos que se encuentran ya sea bajo hojas, o en la parte final del tronco de pinos, o regados por allí. Es una especie de “manchas blanquecinas, semejantes a telarañas” que pueden crecer en suelos pobres y bajo climas difíciles donde se producen “heladas” y acequias.


Esta especie de hongos crece en los recodos de los árboles de pino, bajo la protección de la paja de páramo. Ubicarlos no es tarea fácil, se debe apartar los pajonales para poder recogerlos. Se los puede encontrar en colores marrón o negro, esto dependiendo de la temporada y del estado del hongo. Este hongo no debe permanecer mucho tiempo sin cosecharse –especialmente en temporada húmeda-, pues tiende a podrirse rápidamente.


El bosque de pinos es el lugar donde se produce la mayor cantidad de hongos, que luego de las mingas de reforestación surge de una mezcla de “dos especies coníferas (pinus radiata y pinus patula)”, el hongo comestible que es aprovechado para la venta tanto al exterior como en el país. Se conoce que en la actualidad hay cerca de 3.500 hectáreas de bosque en Salinas; así también, mediante convenios con Conglomerados Cotopaxi, van a aprovechar otros bosques de pino.


El bosque es actualmente una larga porción de tierra donde crecen los pinos, y algunas especies del sector, es un territorio escenario de disputas entre los moradores de las diferentes comunidades aledañas a él

Monseñor Candido Rada: Nacido en Chile en 1905, llega a Ecuador en 1951. El 15 de mayo de 1958, Juan XXIII lo nombra Administrador Apostólico de Guaranda; el 5 de abril de 1960, asciende a Obispo; en 1970 fundó el “Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio FEPP” con el objetivo de generar el desarrollo de las comunidades rurales marginales mediante créditos (Pimentel, 2013:1).

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