2. Memoria escrita: la antigua estructura segmentaría de Tomavela y Chimbo
Cesar Barrionuevo, el líder del sector de Pilahuin Centro, refiere que su tía abuela en las fiestas de la comunidad recordaba a los componentes del ayllu Barrionuevo su condición de "mabilo". Don Cesar, en las conversaciones que mantuvimos, siempre manifestó su interés en descifrar el enigma, repetido muchas veces por la anciana. La historia oral, en las comunidades del Callejón Interandino, por la irrupción violenta de la modernización ha perdido la posibilidad de mantener una memoria de larga duración sobre su historia particular. En los Andes del Sur, un elemento muy importante para la conservación de la memoria en la perspectiva de larga duración, ha sido la sobrevivencia de los antiguos lideres étnicos (curacas y caciques) quienes conservaron con especial cuidado los archivos comunales, en particular los títulos coloniales de propiedad de la tierra comunal (títulos de composición y venta). El fraccionamiento de los restos que quedaban aun de los ayllus-comunidad, con la Ley de comunas y la reforma agraria quebró la continuidad que el liderazgo comunero (los cabecillas) mantenían con su historia (larga duración) y los documentos coloniales sobre las reducciones y composiciones toledanas referidas al ayllu de Simiatug y su anexo de Pilahuín.
La etnia Chimbo, calificada por Waldemar Espinoza como behetría en el periodo prehispanico, a la llegada de los conquistadores refleja una estructura segmentaria andina en su calidad de repartimiento colonial, aunque la configuración de los ayllus mitmas no queda nada claro, bajo la autoridad del cacique mitma Lorenzo Guamarrica (Espinoza 1988, 198). Sujetos a Guamarrica estaban varios curacas nativos, que tenían bajo su gobierno a segmentos intermedios de ayllus. Asimismo el repartimiento que fue erigido en corregimiento tuvo un alcalde de indios (elegido entre los curacas) con jurisdicción sobre toda la provincia.
El corregimiento de Chimbo se estructuró con los siguientes pueblos de reducción:
- Santa María Magdalena de Chapacoto (dos ayllus mitmas Guayacondos).
- Asunción de Azancoto (cincu ayllus, Mitmas Caxamarcas, mitmas "multiétnicos del Cuzco", Mitmas Huambos y un ayllu de don Antonio Quizarumbay).
- San Sebastián de Tumbiguán
- San Miguel de Chimbo con diez ayllus
- San Lorenzo de Guamarrica (un ayllu de mitmas Caxamarcas y dos llactayos).
- San Rafael de Cumbipamba o pueblo de Santiago (dos ayllus de llactayos).
- Pallatanga (con cinco ayllus).
- Tomavela (y La Sal) doce ayllus(45) (Espinoza 1988, 216-217).
La cabecera de la provincia colonial de Chimbo tenia su sede en San José de Chimbo, en esos primero años, Guaranda no existe aún en los documentos (Espinoza Soriano, 1988: 232). Por su parte la cabecera del pueblo Tomavela fluctuó entre Guaranda y Santa Rosa (la actual ciudad de Guaranda y el pueblo de Santa Rosa).
3. El curacazgo Tomavela
La fragmentación de los viejos pueblos andinos fue realmente una tragedia para que los indios tuvieron que vivir cada cierto tiempo. Los intereses de los grupos mestizos, en especial los comerciantes (en la ruta Ambato-Guaranda-Guayaquil)(46), llevaban a eregir caceríos mestizos en Parroquia rompiendose con ello los antiguos nexos, ma que todo rituales, con el antiguo pueblo de reducción; así se separaron del pueblo de Santa Rosa Pilahuín en el siglos XIX y Juan Benigno Vela en el XX, fragmentando con ello las grandes unidades etnicas. Un testimonio que guarda el archivo parroquial de Pilahuín entre sus papeles es el testamento del chibuleño Fransisco Simón Malisa (29 de abril de 1868), que se identificaba: "residente en el punto de Chibuleo, términos i jurisdicción de la parroquia de Santa Rosa... soy hijo legitimo de mi padre Don Felipe Malisa i de mi madres Doña Casimira Choco, asimismo soy nieto de mis abuelos antepasados por mi padre de Manuel Malisa i su mujer Antonia Lligalo i por mi madre soy nieto de mi abuelo Antonio Choco i su mujer Rosa M. Cungabusí, todos ya difuntos de la parcialidad de los tomavelas". (Archivo de la Parroquia Pilahuín). Hoy la creencia más extendida es que Chibuleo es un grupo distinto del de Pilahuín y este respecto de los otros, sin embargo que en su conjunto fueron parte del pueblo Tomavela y Pilahuín parte del ayllu de Simiatug.
El pueblo de Tomavela según los testimonios más antiguos constaba de doce ayllus y contaba con una población de:
- casados 740
- solteros 169
- viudos 54
- viejos 11
- tributarios 974
(Memoria presentada por los indios tomavelas al visitador Licenciado Fransisco de Cárdenas en 26 de abril de 1571, Miguel Cantos s/f:258-259)
Su territorio se extendía desde la hoya de Ambato(47), pasando por los paramos de la cordillera occidental adyacentes a los nevados del Chimborazo y el Carihuairazo, se introducía hacia la hoya de Guaranda de donde continuaba por Simiatug hasta la costa(48). El pueblo de Tomavela cuyo asiento prehispánico estaba junto a las Salinas (Salinas de Tomavela)(49), por efectos del ordenamiento colonial, tuvo por asientos a los pueblos de Guaranda y Santa Rosa, las que como cabecera tenían sujetos a doce parcialidades o ayllus: Zimiatug, Guango Liquin, Mondo Quita, Juebene, Chungato, Salinas, Otoso, Cusumuncho, Mulasilli, Silagato, Hillahalo y Chigui50. También mantenian poblaciones mitmas(51) en lugares muy distantes como Quito, Chillo (carpinteros), Ambato y Pelileo, y tenían camayos, encargados de beneficiar la sal, en Salinas52 y en Guano (país de los Puruhaes (Espinoza S. 1988: 174) actual provincia de Bolívar) encomendados todos al español Diego Montanero.
Este poderoso cacicazgo se mantuvo hasta fines del siglo XVIII, cuando por problemas de sucesión sufrió un primer fraccionamiento, quedando dividido a seis parcialidades por cacicazgo. Dos ramas familiares de los caciques Cando Pilamonga a la cabeza de dos herederas Antonia Cando -hija legitima de Juán Cando, hermano menor del cacique Mateo Cando Pilamonga- y María Cando (bay) Pilamonga -hija legitimada de Mateo Cando Pilamonga-inician en 1730 un juicio de sucesión que durará hasta 1775, en la que sus sucesores don Lorenzo Hallo Zumba -hijo de Antonia Cando y de Don Agustín Hallo Zumba, cacique de Pillaro- y Don Agustín Cando Pilamonga -sucesor de Mateo Cando Pilamonga- se dividen el cacicazgo, quedando cada uno con seis parcialidades como se verificó en la posesión realizada por el Alguacil Mayor de Ambato en 5 de agosto de 1787 53. Difícil saber qué parcialidades quedaron con ambos caciques. Cada quién, trató a toda costa mantener como cabecera su cacicazgo al pueblo de Santa Rosa y por ello las parcialidades aledañas, en un memorial que presentó don Cristobal en 24 de julio de 1775, se dice ser cacique de las parcialidades de Simiatug, Salinas, Cusumunchu, Chungato, Juevene e Hilaló, "situados en el pueblo de Santa Rosa de Pilaguín". Sin embargo, no había consenso entre los comuneros y sus mandones. Pablo Allivi, principal y mandon de las parcialidades de Chungato, Hillahalo, Palomalin y Salinas; Don Ambrosio Cunalata, principal mandon de la parcialidades de Simiatug; y Don Mateo Cando, principal mandón de la parcialidad de Juevene, expresaron de que: "como por habérselas adjudicado sus parcialidades a don Cristobal Pilamonga, de las doce parcialidades que controvertía con don Lorenzo Hallo Zumba, eligiendo a su paladar y gusto con auxilio del cura dichas seis parcialidades por parecérsele mejores, no obstante que no le tocan, por que pertenecen a dicho cacique don Lorenzo..." (doc. cit. Fs. 1v.). Este cacique más tarde se quejará ante la Audiencia que las seis parcialidades solo eran ya de nombre, porque muchas de ellas habían quedado despobladas, sin tributarios.
Pilahuin en el periodo colonial no figura como parcialidad independiente, sino como parte de la parcialidad y ayllu de Simiatug(54). EN un documento de 1728 que inserta como probanza don Agustín Hallo Zumba, marido de la cacica Antonia Cando, se ve que el padre de ésta fue cacique del "Hayllu y parcialidad de los indios llamados Ximiatug naturales del pueblo de Guaranda y poblados en el de Pilahuin, términos de este pueblo de Santa Rosa de Miñarica(55). Por su lado la otra postulante a cacicazgo, doña María Cando Pilamunga presentó como testigo a don Lázaro Cunalata "Princial de los dichos indios de la parcialidad nombrada Ximiatug del pueblo de Santa Rosa". Como consta en los documentos coloniales, Pilahuín era un pueblo del ayllu de Simiatug que en algún momento debió servir como cabecera de las doce parcialidades antes de que se funde Santa Rosa.
Los sucesores de las dos cacicas querellantes en la prosecución del juicio ofrecen mayores datos; doña María Cando Pilamunga en su provanza presenta como testigo a don Lorenzo Hallo Zumba de 85 años de edad, cacique del pueblo de Tisaleo, quien el 2 de agosto de 1787 declaró que: "los indios que residen en el pueblo de Santa Rosa de Miñarica en la jurisdicción de Hambato que son 12 parcialidades... vinieron del pueblo de Guaranda y se poblaron el de Miñarica" (Doc.cit, fojas 39-39v). Otro de los testigos, blanco y comerciante que hacia viajes entre Guanujo, Guaranda y Riobamba "oyó decir a muchas personas publicamente y a dicho don Domingo / Cando Pilamunga / como doce parcialidades de indios a el sujetos se habían convocado y se retiraron al asiento de Hambato en tiempo de dicho don Pedro Cando Montanero se poblaron un pueblo que llama Pilaguin... y después los dichos indios y parcialidades hicieron pueblo nuevo de Santa Rosa de Miñarica en tiempos que fueron de don Pedro Cando Montanero" (Doc. Cit. Fs. 41v). Un último testigo, natural del mismo pueblo de Pilahuín, Gaspar Sindig el 13 de agosto de 1787 declaró "que vio doce parcialidades de indios mencionadas en ella que había retirado en el dicho pueblo de Pilaguin, del pueblo de Guaranda" y que estos fundaron en tierras de Pedro Montanero el pueblo de Santa Rosa de Miñarica (Doc. cit. fs 45).
Considero que la memoria y la identidad étnicas que sufrieron el mismo proceso de desestructuración y de desgaste que el ayllu. El ayllu al que se hace referencia son ayllus territoriales y Tomavela sería un Jatún ayllu al igual que los actuales Turco, Salinas y Ch´allaqullu descritos y analizados por Xavier Izko (1992: 77-80). Sin embargo hoy como se verá en el siguiente capitulo, esta categoría organizacional andina está reducida a un conglomerado de parientes cuya expresión espacial es apenas el barrio.
4. Una historia de agresiones
Los hacendados en conflicto con la comunidad en la decada de 1920 -como se mostrará más adelante- basaban su propiedad en donaciones de los caciques de Santa Rosa. La documentación revisada hace ver que había en Pilahuín, en terrenos donde actualmente se asienta la cabecera parroquial, tierras de cacicazgo como hizo constar el cacique don Pedro Pilamonga en su testamento: "Yten, declaro que tengo un pedazo de tierra de doze caballerías poco más o enos que la hube heredado de don Pablo Pilamonga, mi abuelo en el sitio de Pilaguin, las cuales las posee el sargento mayor don Diego de Santa Cruz en mala fe (56) que se quedó para siempre como consta en un memorial presentado por los cabecillas indios en la primera década del presente siglo(57). En la división del cacicazgo entre Agustín Cando Pilamonga y Lorenzo Hallo Zumba también constó la división de las tierras de cacicazgo situadas en Pilahuín, que se verificó el 11 de agosto de 1787 en presencia de "Jacinto Manobanda Alcalde Ordinario y demás indios alcaldes y mandones de dicho anejo hizo que dicho medidor don Julían Romero mensurara las tierras de rebersión de repartimiento pertenecientes a los indios mitayos del pueblo de Santa Rosa y dicho medidor tomó un cordel de cien barras, medió en bara castellana, bajo de los limites y linderos que fueron asignados por dichos indios alcaldes y mandones y halló tener fdicas tierras veintidos caballerías y cumpliendo con el Regio Tribunal de la Real Audiencia de Quito, los asignó dividiendo por mitad."(58). En una monografía realizada por profesores del Colegio Nacional de Pilahuín se menciona que a mediados del siglo XVII, donde actualmente está edificado el pueblo, se levantaba una hacienda de propiedad de un general español Fransisco de Villagomes y de su mujer Catalina Laraspura y Bonilla(59). Hasta ahorra existe el recuerdo de esta hacienda, en la memoria de los pobladores de Pilahuín, cuyos propietarios hicieron donación en favor de sus trabajadores; los indios subrayan que la donación favorecía exclusivamente a ellos y que los blancos, como siempre, se aprovecharon.
Durante el siglo XIX, la Parroquia de Pilahuín a su vez conformaba una sola comunidad indígena, con caseríos como Yatzaputzan y Mulanleo pero cuyo territorio sufría una fuerte presión por parte de dos hacendados que estaban en un proceso de expansión en detrimento de la propiedad indígena comunal, como se muestra en el siguiente documento:
"Venerable párroco de la parroquia de Pilaguin.
Pedro Qulligana y Mariano Guasco ante Ud. decimos: que sabedores que el dueño que hera el esposo ya finado de la señora Mercedes Baldivieso, esta señora ha proyectado mandar a trabajar una sanja en los terrenos comunarios que nos pertenece por herencia de nuestro Rey. Los terrenos que nos pertenecen son los siguientes con nuestras propiedades y estas sirven para los husos de nuestro venerable párroco.
Mulanleo, Yachapuchan pertenecen a nosotros por propiedades que tenemos en esta ciudad de Ambato.
Rio Blanco y río Colorado a lindan con los páramos del Sr. Diego Santa Cruz(60), y el lindero de las Abras con Cariguarazo y Paloma Paccha y Totora de (...) Laguna, este pertenece a la parroquia de su mando.
Por tanto ponemos en su conocimiento que Ud. mi amo cura ponga impedimento en caso que comience a trabajar las sanjas... Y en caso que suceda esto nos quejaremos a nuestro presidente con nuestros títulos que tenemos, por nuestros antecesores, suplicamos amo cura ponga en conocimiento de las hautoridades, aga bijilar no haya ninguna sanja en nuestra referida propiedad por lo que no haciendo estas cosas con tiempo parece que los hombres grandes caballeros quieren hacer dueños de las cosas de los pobres indios que siempre hemos sido dueños absolutos"(61).
Los indios "dueños absolutos" que fueron de las tierras de Pilahuín estaban siendo reducidos a la calidad de siervos y como tales no podían enfrentar a los "hombres grandes caballeros", por eso buscan el amparo del "amo cura"; parece, incluso haber convencimiento de que los títulos coloniales y la amenaza de quejarse a su presidente, no tienen mayor efecto como no sea el enfrentamiento entre amos, de ahí que le dicen al sacerdote que las tierras de páramo, aun comunales "pertenecen a la parroquia de su mando".
En 1902 tres cabecillas, dos mujeres y un hombre, María Rosario Quilliguano, Concepción Guasco y Santos Punina se quejan al Presidente de la República porque Alegría Raza, "Abusando de nuestra ignorancia" como dicen, vendió a Doroteo Vásconez y Eliceo Ayala el fundo de Mulanleo, propiedad de los indios del común de Pilaguin(62). El memorial de los cabecillas indígenas devuelto por la Presidencia de la Republica a la Gobernación Provincial con la recomendación de absolver la queja durmió en los archivos de la Gobernación sin que ninguna autoridad haga algo al respecto. 18 años más tarde, en los documentos de catastro, Mulanleo figura como uno de los grandes latifundios junto a Llangahua, dividido entre dos propietarios y San Antonio(63); el fundo comunal fue transformado en pocos años en gran propiedad latifundista.
A pesar del actual predominio comunero en Pilaguín, el conflicto hacienda-comunidad subsiste. Resulta que el universo comunero de la parroquia de Pilahuín, en un punto de su geografía se encuentra abruptamente interrumpido por encontrarse aún una hacienda modernizada, dedicada a la ganadería vacuna, que antiguamente fue uno de los más grandes latifundios de la zona. Esta hacienda está ocupada por los comuneros de Tamboloma, que no quieren reconocer un centavo al hacendado que en una primera instancia les ofreció venderles. Cuál es el motivo de la radicalidad de los indígenas comuneros, si la mayoría de las actuales comunas de páramo compraron sus parcelas a los hacendados? La respuesta está en la memoria que aún los comuneros guardan respecto al origen de esta hacienda. Este otrora extenso latifundio se había originado el 24 de octubre de 1805 en la donación de dos cuadras hecha por el cacique del pueblo de Santa Rosa, Lorenzo Hallo Zumba, a Tomás Sevilla. A pesar de que los títulos de esa donación reposaban en poder de los cabecillas Ramón Capuz y Alejandro Toalombo, la hacienda avanzaba incontenible(64). El 7 de diciembre de 1937, los comuneros(65) lograron que la gobernación envíe un perito que en su informe señaló que: los titulos de los indígenas se remontaban a 1802, y donde constaban los linderos de una enorme zona territorial comunaria, más extensa que el mismo área del territorio Parroquial; los hacendados mostraban como título la donación o sesión de don Lorenzo Hallo Zumba, cacique principal del pueblo de Santa Rosa en 1805 a favor de Tomas Sevilla; y hacía constar el perito que el hacendado solo tenía planos de 1872 que mencionan el río Chiquicahua y no así los parajes del letigio Sunisacha y Yagual Lata; y que por otro lado las escrituras de la comunidad eran de 1905 donde las tierras de conflicto figuraban como "Páramos de Comunidad".
La memoria tiene una función muy importante en la vida comunera, ya se para hechos muy concretos y trascendentales como la toma de la hacienda Chiquicahua y la negativa a cualquier arreglo que suponga su compra, o ya para el funcionamiento comunal y la auto afirmación de la identidad indígena. A pesar de que el conocimiento del pasado, viene solo de las conversas de los mayores y no de los tan reveladores documentos de archivo, los comuneros están decididos a luchar por la tierra que fue de ellos y a adquirirla bajo la forma que fuera.
Lo poco que se ha mostrado en este capítulo revela la violenta y rápida desestructuración y fragmentación del ayllu-comunidad norandino.. Si tomamos a Tomavela como jatún ayllu, los ayllus-comunidad como Simiatug entre fines de la colonia y todo el siglo XIX se desestructuraron hasta tal punto que no quedó siquiera un fragmento que conserve siquiera una toponimia histórica. Pucará Grande, la comunidad de nuestro estudio, que hoy atraviesa por un proceso de reestructuración, es una entidad demasiada nueva que no se encuentra siquiera en los documentos del siglo XIX. El actual ayllu norandino se ha refugiado entonces en solo nivel de linaje asentado en un espacio muy pequeño como es el barrio, desde donde -siguiendo una dinámica segmentaría- han vuelto a reconstituir un nuevo jatun ayllu.
Tomado de: https://issuu.com/elcieloenlatierra/docs/el_ayllu_simiatug_y_el_anexo_de_pil
45. Espinoza Soriano (1988:219), carece de información respecto a los ayllus que conformaban Tomavela, de ahi que se limita solo a copiar las noticias de Antonio Urbina y Zarate que hablan solo de 8.
46. Este dato viene de una comunicación oral de Hernán Ibarra, a quien agradezco mucho, y que posteriormente fue enriquecido con entrevistas posteriores a viejos campesinos de la zona.
47. Segun una de las referencias documentales más antiguas (que data de 1610), la actual ciudad de Ambato fue un tambo administrado durante el Tawantinsuyo, por los curacas de Tomavel, dice el documento: "Si sauen que el tiempo que el ynga vino a sus conquistas a esta tierra mando a Yllin Cando y a Chimborazo, su hijo, cacique y señor de Tomavel que el sitio donde presente está el pueblo de Hambato, por ser término fundasen tambo y de todas sus parcialidades ynviasen yndios yq siervieren en él, y los susodichos de ocho parcialidades las mayores" (citado en Aquiles Perez, 1962: 173).
48. Un trabajo de evaluación confrontado por varias instituciones de desarrollo, en el cantón Guanujo de la provincia Bolívar, se encontró con que la memoria de los campesinos de una comuna de la costa recordaban que "La comuna Matiaví-Salinas tuvo una considerable extensión territorial que involucraba territoriso de las provincias de Tungurahua, Bolívar y Los Ríos por reconocimiento Real de Carlos III en el siglo XVII (slc.)" ALOP, CESA, CONADE, MAG, SEDRI, 1984:44.
49. Véase, Waldemar Espinoza Soriano, 1988:197.
50. Memorial de Don Diego Ronquillo, marido de la cacica María Cando Garcés, de junio 1720. Fondo Cacicazgos Tungurahua caja 17, folder 10 (fs. 17(.
51. La existencia de grupos mitmas tomavelas en algunos puntos de la sierra Central, llevó a pensar a algunos autores que los tomavelas eran en su generalidad mitmas procedentes de Cajamarca. Vease: Fernando Guerrero Cazar, 1983: 29.
52. Respecto a la actual explotación y las técnicas prehispanicas vease: Espinoza Soriano (1988: 156-158).
53. Cacicazgos Tungurahua, caja 17, folder 10.
54. A su ves los actuales comuneros de Simiatug recuerda que "el pueblo de Simiatug (en sus origenes) se construyó en lo que hoy es el recinto / parcialidad o comuna / de Guangoliquin y que el actual pueblo fue antes ´centro ceremonial´ de la comunidad" (Andrade, 1984: 27). EL antigu ayllu y parcialidad de Guangoliquin se encuentra reducida a la condicion de uno de los 44 recintos de la parroquia Chiquisungo (Andrade, 1984: 24).
55. Doc. Cit. fojas, 14.
56. Doc. cit. fs. 16. Tambien menciona tierras de cacicazgo en el valle de Samanga.
57. "Rio Blanco y rio Colorado alindan con los páramos del Sr. Diego Santa Cruz" señalan los cabecillas. Archivo Histórico de Ambato, gobernación, paquete 1897-1909.
58. Cacicazgos Tungurahua, caja 17, folder 10, Fs. 15.
59. Monografía de Pilahuín s/p/i.
60. Este personaje es acusado de usurpador por don Pedro Pilamonga en su testamento. Lo confunden los indigenas o es que se trata de un descendiente suyo.
61. Archivo Histórico de Ambato, gobernación, paquete 1897-1909
62. Paquete N° 53 Fondo de Gobernación del Archivo Histórico de Ambato
63. Los valores catastrales para 1926 eran los siguientes:
Alvarez, Cesar Llangahua 50.000 sucres
Alvarez, José Emilio Llangahua 50.000 sucres
Albornoz ROsa M. San Antonio y otros 50.000 sucres
Ernesto Serrano Mulanleo 35.000 Sucres
Paquete 47, Comisión Predial de 1926, Gobernación de la Provincia de Tungurahua.
64. AHA. Informe del Teniente Político de Pilaguín al Gobernador, 12 - I - 1933. Diversas Autoridades. I Semestre 1924. (Hernán Hibarra que trabajó en el Archivo de Ambato su tesis de Maestría el año de 1986 me facilitó generosamente algunas de sus fichas como la citada aquí).
65. En la documentación "varios 1911-192" paquete 22 del Fondo de Gobernación del Archivo Histórico de Ambato, indistintamente desginan comunidad de "Mulaló-Yatsapunzan" y "Pilahuin-Mulanleo", lo que quiere decir que estamos ante la unida comunidad de ese tiempo: Pilahuín.